Las políticas de inmigración cambiaron ¿Para bien o para mal?
Desde que está en el gobierno hace casi 2 años, la administración del presidente Biden emitió 296 órdenes en materia migratoria. Por poco, este número representa la emisión de una orden cada dos días, algo que muchos consideran excesivo. Pero si recordamos que se trata de un gobierno demócrata que desde la campaña electoral anunció su fuerte compromiso con la comunidad migrante la cifra no debería sorprendernos tanto.
Con la inminente llegada de las elecciones intermedias de 2022, la grieta entre quienes defienden posiciones fuertemente a favor de la migración en Estados Unidos y quienes están decididamente en contra se ha profundizado notoriamente. Las políticas de inmigración que más fricción levantan son las relacionadas con el asilo, las detenciones en la frontera y el otorgamiento de beneficios o protecciones como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Pero en momentos así de decisivos, la discusión vuelve siempre a la piedra angular de la cuestión migratoria: la cantidad cada vez mayor de migrantes que día tras día llegan a la frontera sur. Mientras que muchos perciben esta llegada como una amenaza, otros no dejan de ver el potencial que los migrantes traen consigo, tanto en términos económicos como culturales.
Aunque la tan ansiada y prometida Reforma Migratoria parece ya un sueño lejano, no todo es desesperanza. Veamos a continuación en qué estado se encuentran las principales medidas de este tema y qué indican los números de migración en Estados Unidos.
Crisis en la frontera: Título 42, asilo y refugiados
Muchas de las políticas de inmigración del presidente Biden son innovadoras y representaron una verdadera ventaja para la comunidad latina en Estados Unidos, como la aceleración en los tiempos de procesamiento de USCIS, la defensa de la protección DACA y la finalización del tristemente célebre programa “Quédate en México”. Pero en otros casos, la administración demócrata no hizo más que continuar con los planes de sus predecesores republicanos.
- Título 42
El Título 42 fue aprovechado por el ex-presidente para frenar las olas migratorias en la frontera sur no siempre con fines sanitarios. El gobierno de Biden mantuvo esta polémica medida en vigencia durante un largo período de tiempo, incluso cuando ya todas las otras medidas sanitarias habían finalizado.
Recién en Mayo de este año la administración decidió ponerle punto final al Título 42 pero debido a una demanda judicial presentada por estados republicanos la decisión está siendo revisada por la justicia y aún no tiene fecha concreta. Lo que sí es necesario reconocerle al actual gobierno es que cuidó a los más débiles y modificó la ley para permitir que los menores no acompañados y las familias con niños pequeños ingresen condicionalmente al país.
- Ley de asilo
La política de asilo se vio fuertemente afectada por el mantenimiento del Título 42 que impedía que muchas personas llegaran siquiera a enviar la solicitud. Pero a fines del mes de mayo, cuando se decidió suspender el Titulo 42, la administración comenzó paralelamente a implementar un cambio en la forma en que maneja algunas solicitudes de asilo. Para ello se estableció una nueva guía que tiene como objetivo agilizar el proceso de asilo y enviar menos casos a los tribunales de inmigración notoriamente atrasados para así poder evaluar con prioridad los casos más urgentes.
- Aceptación de refugiados
En cuanto a lo que a refugiados refiere, los números de migración en Estados Unidos de estos últimos años son complejos. Inicialmente Biden mantuvo el límite máximo anual de refugiados en 15.000, uno de los números más bajos de la historia. Posteriormente, y como respuesta a fuertes críticas, se elevó a 62.500 pero el número de refugiados realmente admitidos durante el año fiscal de 2021 fue de tan solo 11.411. La diferencia se debe mayormente a complicaciones de tipo administrativas y burocráticas.
Para el año fiscal 2022 se decidió elevar aún más la cifra de admisión de refugiados, llevándola a 125.000, pero por ahora solo se han aceptado 17.690 personas. Aunque es improbable que se alcancen cifras tan ambiciosas en el corto plazo, el programa de refugiados recién se está reconstruyendo después de años de admisiones restringidas por lo que los cambios llevarán tiempo.
Protecciones temporales: ¿Qué pasó con DACA Y TPS?
Bajo la actual administración hay 15 países que tienen la protección TPS. Este permiso permite a los solicitantes vivir y trabajar temporalmente en los Estados Unidos de manera legal. Si bien muchos de los TPS ya tienen más de 20 años de existencia, el gobierno de Biden se encargó de renovarlos y sostener su vigencia.
Respecto al programa DACA, la situación actual es sumamente precaria para quienes ya cuentan con el permiso pero es aún peor para quienes aún no están registrados. Esto se debe a una medida judicial interpuesta por el bloque republicano que prohíbe procesar nuevas solicitudes.
Para contrarrestar la situación, la administración Biden anunció en agosto la versión final de una nueva regla DACA que aportará solidez al programa. De no presentarse impugnaciones legales, entrará en vigencia el 31 de octubre de 2022 y representará un enorme alivio para miles de jóvenes llegados en la infancia que han hecho de los Estados Unidos su hogar. Sin embargo, hasta ahora ni TPS ni DACA ofrecen un camino seguro hacia la ciudadanía y por lo tanto la migración en Estados Unidos sigue siendo un desafío.
