Este artículo habla sobre la escasez de fórmulas infantiles en Estados Unidos. La imagen es meramente ilustrativa.

falso escándalo: republicanos, migrantes y fórmulas infantiles

Cómo los republicanos crearon un falso dilema

La desinformación no es ninguna novedad para nuestro escenario político, pero en ocasiones nos encontramos con reclamos tan descabellados que nos dejan perplejos. Así es el caso con la reciente escasez de fórmulas infantiles que aqueja a los Estados Unidos, que ha llevado a algunos republicanos demasiado entusiastas a ensañárselas contra los bebés migrantes… para sorpresa de nadie.

¿De qué se trata el escándalo?

La escasez de fórmulas infantiles, alimento básico para los bebés, es un hecho. Pero mientras las causas de este hecho son complejas y refieren a situaciones económicas, geográficas y administrativas, algunos políticos conservadores no perdieron la oportunidad de apuntar con dedo acusador al chivo expiatorio de costumbre: los migrantes.

El gobernador de Texas, Greg Abbot, declaró en un comunicado de prensa que “mientras padres y madres [americanos] miran con pánico la góndolas vacías del supermercado, la administración Biden elige enviar fórmulas infantiles a la frontera como una de sus prioridades carentes de contacto con la realidad”. No se trata de la primera vez que Abbot se las ensaña con la administración Biden, ni con los migrantes: hace poco se explayó sobre sus intenciones de dejar a los niños migrantes indocumentados fuera del sistema educativo público en Texas.

Toda persona razonable debería al menos sospechar cuando un hombre hace afirmaciones que implican que algunos bebés merecen una alimentación básica más que otros. Pero sea que se trate de falta de raciocinio, sea que el fervor partidario enceguece toda razón, las afirmaciones de Abbot fueron levantadas por varios medios de noticias, contribuyendo a difundir este falso escándalo.

¿Quién encendió la mecha de la indignación pública?

Quizás no deba sorprendernos que todo esto tuviera su origen en Twitter, donde la congresista republicana Kat Cammack posteara una comparación entre dos fotografías: góndolas de fórmulas infantiles vacías en un supermercado, por un lado, y cajas apiladas de fórmulas infantiles en un centro de procesamiento de migrantes en la frontera, por el otro.

Más allá de cuestión de la veracidad de la foto – Cammack dijo que un oficial del centro le hizo llegar dicha fotografía – lo que se está pasando totalmente por alto aquí es que disponer de fórmulas infantiles para alimentar a bebés que sean detenidos en la frontera no es solamente una obligación moral, sino una exigencia legal.

El acuerdo Flores, un hito en la historia migratoria

En 1997 se dictó el veredicto final del caso Reno vs. Flores que tuvo lugar en la Corte Suprema y que trataba de una demanda colectiva realizada por organizaciones de derechos civiles y de defensa de los derechos migrantes. El motivo era proteger a los menores migrantes en detención, ya que sus familiares reportaban maltrato por parte de las autoridades.

El acuerdo Flores establece que los oficiales de frontera deben proveer a los menores detenidos con alimentación básica: esto se trata de comida y agua para los más grandes, y para los más pequeños, por supuesto, de fórmulas infantiles.

Ni siquiera la administración Trump, que trató de dejar fuera de efecto el acuerdo Flores, dejó de cumplir con su obligación legal de cubrir las necesidades básicas de los menores detenidos, cosa que, vale la pena mencionar, viene siendo cumplida a rajatabla por todas las administraciones presidenciales desde entonces, sin importar sus colores políticos.

Las verdaderas causas de la escasez de fórmulas infantiles

Una investigación de la revista the Atlantic reveló que la escasez de fórmulas infantiles que aqueja a la nación se explica por una multiplicidad de factores.

Este artículo habla sobre la escasez de fórmulas infantiles en Estados Unidos. La imagen es meramente ilustrativa.

En primer lugar, una planta industrial en Michigan que debió ser cerrada tras descubrirse una bacteria fatal que resultó en la muerte de dos bebés. El cierre de la planta impactó en la cadena de producción, ya que la FDA tuvo que dejar fuera de circulación varios lotes de distintas marcas de fórmulas infantiles.

En segundo lugar, tenemos la pandemia y una variación marcada entre la demanda de fórmulas de bebés. Con los comienzos de la pandemia, los padres acumularon fórmulas infantiles, aumentando la demanda. Luego esa demanda bajó al regularizarse un poco la situación y las empresas bajaron la producción. La demanda volvió a subir con el aumento en el índice de natalidad este 2021, y el mercado no se ha adaptado aún.

El tercer y último factor relevante es la política de comercio de Estados Unidos. El país no puede importar fórmulas infantiles del extranjero por una serie de trabas administrativas. No se trata aquí de evitar regulaciones, porque existen muchísimas fórmulas infantiles extranjeras que cumplen con las exigencias de la FDA. Lo que pasa es que los impuestos elevados y una política comercial que deja el mercado en manos de unos pocos proveedores dificultan una mejor solución.

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