10 millones en servicios de salud para migrantes que llegan de Texas
Continúan llegando a Washington DC los buses cargados de migrantes, y la gobernadora Muriel Bowser ha decidido tomar cartas en el asunto. Bowser declaró la emergencia de salud pública para poder atender las necesidades médicas de los transportados por los buses organizados por el gobernador de Texas, Greg Abbot.
¿Qué pasa con los buses de Texas, Bowser y Abbot?
Muriel Bowser y Greg Abbot se han visto en envueltos en una disputa pública desde que el gobernador republicano del estado de la estrella solitaria comenzara a implementar la política de trasladar a los migrantes que arribaran a Texas por la frontera sur a la ciudad de Washington DC.
Los buses que Texas ofrece son voluntarios: los migrantes pueden optar por quedarse en el estado, pero muchos prefieren tomar el traslado ya que los acerca a sus destinos finales dentro del país, ya que suelen tener familiares o amigos, o en su defecto tratan de acercarse a los lugares con políticas más amistosas para los recién llegados de la frontera sur.
Abbot implementó los transportes de migrantes como parte de la operación Lone Star, una iniciativa controvertida que busca, en papeles, dar respuesta a la crisis que se vive en la frontera de Texas con México, antagonizando las medidas propuestas por la administración Biden.
Los primeros buses comenzaron a llegar a DC en abril de este año. Desde entonces, unos 7,9 mil migrantes han arribado en la capital. También ha habido buses que partieron de Texas con destino a las ciudades de Nueva York y Chicago, mientras que Arizona también mandó migrantes a DC. Como ciudades santuario, estas urbes son una de las principales opciones para los migrantes sin papeles, ya que les permite construir una vida de forma mucho más sencilla que en otros lugares, aunque no carente de riesgos.
El reclamo de las ciudades destino: DC, Chicago y Nueva York
Los líderes de las ciudades destino se han quejado de que los buses están colapsando los servicios de la ciudad ya que Texas no coordina ningún esfuerzo con los gobiernos locales ni les avisa con anticipación cuándo llegarán los buses.
Mientras que los buses son apoyados por los activistas de los derechos migrantes y las organizaciones que ayudan a los migrantes en la frontera ya que acercan a los migrantes a sus destinos finales de manera segura, en las ciudades destino han tenido que organizar una red de contingencia a base de prueba y error, ya nunca se sabe cuándo puede aparecer un bus.
Bowser mencionó que la ciudad de DC buscará que el gobierno federal reintegre los gastos de este nuevo programa migrante. Abbot, por su parte, ha criticado a los gobernadores de las ciudades por buscar asistencia federal.
La iniciativa de Bowser, sin embargo, busca dar respuesta a una falla fundamental de coordinación en el programa de Abbott. El gobernador republicano no ha tenido intención de preocuparse por lo que suceda con los migrantes más allá de desentenderse de ellos y dejarlos a la deriva fuera de su estado.
Lo cierto es que la crisis que se vive en la frontera sur requiere una solución federal, pero todo tipo de iniciativa de este tipo ha fracasado por la intervención de estados opositores como Texas y Arizona.
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