El Amazonas es el pulmón del mundo, pero durante las últimas décadas la deforestación ha causado estragos en esta región y necesitamos tomar acción.

¡El Amazonas nos necesita!

El Amazonas es el pulmón del mundo y peligra por la deforestación.

Hace un par de días se celebró el Día del Amazonas, un día donde se busca concientizar acerca de la importancia que tiene la selva más grande del mundo en nuestro planeta. 

Siempre se ha dicho que el Amazonas es el ‘pulmón’ del mundo, una inmensa región que alberga infinidad de especies y recursos naturales que son quienes ayudan a mantener en equilibrio la temperatura de nuestro planeta. Desde hace varias décadas, la selva Amazónica está siendo arrasada y desmantelada para la extracción de diferentes recursos, lo que está acelerando la crisis climática que estamos atravesando.

La región del Amazonas, la selva tropical de mayor dimensión del mundo, tiene una amplitud de 6.7 millones de kilómetros cuadrados, de los cuáles el 60% están dentro del territorio de Brasil. El resto se dividen entre Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador, Surinam, Venezuela, Guayana y Guayana Francesa. 

En las últimas décadas, la deforestación se ha convertido en una de las prácticas más comunes en la zona, causadas principalmente por la industria de la madera, la industria ganadera y la minería. Año tras año escuchamos hablar de la ‘temporada de incendios’ en la selva amazónica, que no solo arrasa con los árboles sino que destruye ecosistemas enteros y es una de las principales causas de la crisis climática.

La celebración del Día del Amazonas se trata de una propuesta con alcance global, donde se llevan adelante diferentes eventos que nos invitan a tomar acción para preservarlo. 

¿Por qué es importante? 

Sabemos que la pérdida de la biodiversidad y los ecosistemas está intrínsecamente ligada a la crisis climática que estamos viviendo, según el último reporte que lanzó la Plataforma Intergubernamental de Servicios para la Biodiversidad y los Ecosistemas (IPBES) en conjunto con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). 

El Amazonas es uno de los puntos neurálgicos del planeta para el desarrollo de la biodiversidad, hogar de infinidad de especies animales y vegetales que son resguardadas por los saberes de las comunidades indígenas y originarias de la zona, y que debemos proteger por el bienestar de nuestro futuro. Sin la selva amazónica no podemos detener la crisis climática.

¿Qué está pasando en el Amazonas?

‘El Amazonas esta ardiendo, poniendo en un grave peligro la vida de las comunidades indígenas, la biodiversidad y el clima global. Si perdemos el Amazonas, perderemos la batalla contra el cambio climático’, afirma Sonia Guajajara, la coordinadora ejecutiva de la Asociación de los Pueblos Indígenas de Brasil. 

También lo explica David Attenborough en su documental llamado Romper los límites: la ciencia de nuestro planeta, donde revela las acciones para afrontar la emergencia ambiental, la selva amazónica está llegando a un punto de inflexión sin retorno. 

Ante el avance de la deforestación como acción humana, el Amazonas podría convertirse rápidamente en una sabana. Una tierra árida y seca, incapaz de regular la temperatura del planeta, donde las lluvias se volverían torrenciales y las especies animales no podrían vivir.

Las regulaciones actuales en la zona, especialmente en Brasil,  favorecen a la deforestación y esto no se detiene. En el último año, entre agosto 2020 y julio 2021 se han perdido 8.712 km2 de selva amazónica en manos de la deforestación ilegal según reporta el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales. Se trata de la segunda marca más alta de tierras perdidas que han sido registradas en los últimos años.

¿Por qué necesitamos preservar el Amazonas?

Esta región selvática, la mayor de nuestro planeta, contribuye a la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera transformándolo en oxígeno para que la vida se pueda desarrollar. Contribuye a la estabilización de la temperatura media del planeta, otro de los hitos que debemos mantener y conservar lo más estable posible para evitar consecuencias sociales, económicas y ambientales que no tendrán retorno. 

El equilibrio del planeta entero está en manos del Amazonas. Cuando hablamos de preservarlo y resguardarlo, las comunidades indígenas cumplen un rol fundamental — como es el caso de Helena Gualinga, que lucha por preservar el Amazonas ecuatoriano. 

Las grandes empresas dedicadas a la minería, a la industria de la madera y la ganadería son las principales interesadas en la explotación de esta zona, donde los recursos abundan. Lo que no tienen en cuenta es que nuestro futuro depende de esto y que sin Amazonas no hay planeta posible.

¡Desde Inmigrando con Kathia creemos que la selva amazónica nos necesita! Debemos entender rápidamente los por qué para tomar acción sobre esta situación. 

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