La visita del presidente Biden a la frontera México-Estados Unidos en su primer viaje a la región después de dos años en el cargo causó revuelo. En medio de la tensión política, el mandatario recorrió los puestos fronterizos y un sector del muro iniciado por la administración Trump. El jueves pasado había anunciado nuevas medidas migratarias.
El viaje tiene lugar en el marco de la cumbre Líderes de Norteamericana que tendrá lugar cerca de la Ciudad de México. Biden, junto al presidente mexicano López Obrador y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, sostendrán una cumbre de tres días sobre energía, cooperación económica, inmigración y narcotráfico, especialmente fentanilo.
¿Qué nos dejó la visita a la frontera México-Estado Unidos?
El recorrido de Biden por la frontera México-Estados Unidos de El Paso duró casi cuatro horas y estuvo muy controlado. Apenas se cruzó con algún inmigrante, cuando su caravana bordeó el muro y alrededor de una docena eran visibles del lado de Ciudad Juárez.
Su primera parada estuvo destinada a los puestos de registro. Allí, observó cómo los agentes de inmigración registraban los vehículos que intentaban cruzar a Estados Unidos a través de la frontera con México, en busca de drogas , dinero y otro contrabando.
Tras esta parada, recorrió una calle polvorienta de edificios abandonados. En la proximidad de la cerca de metal que separa ambos extremos de la frontera de México y Estados Unidos, el presidente se vio inmerso en la realidad de los miles de inmigrantes que buscan una vida mejor.
Finalmente, visitó el Centro de Servicios para Migrantes del Condado de El Paso. No se encontró con ningún detenido.
La visita no incluyó tiempo en una estación de la Patrulla Fronteriza. El espacio donde miles de inmigrantes son detenidos y retenidos por cruzar ilegalmente a Estados Unidos en la frontera con México quedó excluido del recorrido.
No hizo comentarios públicos.
Las tensiones en la frontera México-Estado Unidos
Es probable que la visita no sirviera para calmar los tensos ánimos que se viven actualmente en la frontera. El presidente Biden ha estado recibiendo duras críticas de ambos lados del conflicto.
Los republicanos acusan a la administración de llevar adelante una política demasiado condescendiente con la situación inmigracional. Le acusan de no ver las verdaderas dificultades que causa el ininterrumpido raudal migratorio que llega a Estados Unidos por la frontera con México.
Mientras, los defensores de los inmigrantes que le atribuyen establecer políticas crueles, no muy diferentes a las de su predecesor de línea dura, Donald Trump. El constante fracaso en brindar una solución a las preocupaciones de los miles de migrantes que atraviesan diariamente la frontera México-Estados Unidos, no ayudan a respaldar su gestión.
El miedo de los inmigrantes
Sobre el terreno, en la ciudad de El Paso, los inmigrantes recibieron la nueva política con temor. Varios cientos de personas marcharon por las calles este sábado por la tarde, en las vísperas de la llegada presidencial.
En los últimos meses, muchos inmigrantes han quedado en el limbo por culpa de los vaivenes en la política migratoria. Esto ha ejercido una fuerte presión sobre los recursos locales.
Las nuevas restricciones presentadas para aquellos que intenten cruzar la frontera México-Estados Unidos representan un cambio importante en las reglas de inmigración, incluso si finalmente llega el ansiado fin del Título 42.
Incluso, muchos críticos han afirmado que las nuevas medidas representan un retroceso de la promesa de campaña del presidente de 2020 de restaurar los derechos históricos de los solicitantes de asilo.
El resto de la gira
Luego de su visita por El Paso, el presidente voló hacia el sur, directamente a la Ciudad de México, donde tendrá lugar la cumbre entre los líderes de Norteamérica. Allí fue recibido por el presidente méxicano, Andrés Manuel López Obrador.
Los dos mandatarios, más su equivalente canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, sostendrán durante los próximos tres días, una cumbre para tratar diversos temas concernientes a las tres naciones norteamericanas. Se espera que se resuelvan temas de energía, cooperación económica, narcotráfico e inmigración.
