Un millón de migrantes ingresó al país con la administración Biden
La presencia de solicitantes de asilo en Estados Unidos es un desafío humanitario y un tópico que divide a la opinión política del país en dos bandos. Con un sistema saturado y listas de espera en cortes que pueden demorar hasta siete años en resolver un caso, nuestro país se enfrenta a una difícil situación, pero también a una interesante oportunidad.
Los solicitantes de asilo en Portland, Maine: un ejemplo a estudiar
En South Portland, Maine, los solicitantes de asilo no paran de llegar. La mayoría proviene de países africanos, y ha corrido la voz en la comunidad de que en el estado existen programas de asistencia que brindan hospedaje, alimento y recursos educativos.
A diferencia de quienes cruzan la frontera de manera irregular, los solicitantes de asilo intentan transitar el sistema para conseguir permiso de quedarse en el país. Sin embargo, las chances de conseguir el asilo son bajas, los tiempos de espera increíblemente largos, y el sistema complicado y difícil de entender sin ayuda legal que no siempre está disponible.
En promedio, un solicitante de asilo debe esperar siete años para conseguir una respuesta a su caso. Una negativa puede apelarse, lo que dilata aún más el tiempo de espera para el solicitante en cuestión. Muchas personas construyen una vida desde cero en Estados Unidos antes de resolver su situación migratoria.
Además de agilizar el sistema de asilo – y el sistema migratorio en general – nuestro país tiene otro gran desafío por delante: incorporar a la fuerza de trabajo a todas estas personas que van a permanecer en suelo americano por años. El gobierno federal les permite quedarse, pero ni brinda asistencia suficiente para garantizar que puedan vivir. Es allí donde el estado de Maine se ha establecido como un modelo a seguir en Estados Unidos en lo que respecta a la asistencia brindada a los inmigrantes.
Maine permite que los solicitantes de asilo reciban apoyo financiero para pagar la renta y otros gastos, aportando fondos de su programa de Asistencia General. Pero la capacidad de ayuda del estado está llegando a su tope por la alta demanda. En mayo de este año, oficiales gubernamentales de Portland avisaron que no puede garantizar techo para nuevos solicitantes de asilo porque los programas de hospedaje de emergencia están en su capacidad máxima.
¿Qué pasa con los solicitantes de asilo en el país?
Mientas el debate público sobre la inmigración gira en torno a los altísimos números de personas tratando de cruzar la frontera sur, no se presta la suficiente atención a lo que ocurre con las personas que son liberadas de la custodia de las autoridades de inmigración y deben esperar su cita en la corte. Algunos nunca se presentan frente a los jueces, otros tratan de seguir el complejo régimen de chequeos con ICE. Con un sistema desorganizado y roto, el panorama se complica para quienes quieren cumplir con las reglas.
Un punto en el que están de acuerdo tanto demócratas como republicanos es que el sistema migratorio tiene que cambiar, pero no logran ponerse de acuerdo para realizar ningún cambio significativo porque cada partido tiene una idea radicalmente diferente de lo que eso significa, o al menos esa es la conclusión cada vez que se toca el tema en el capitolio.
Mientras tanto, cada estado federado sigue sus propias directivas para tratar con los migrantes. Mientras que Texas y Arizona envían a los migrantes fuera del estado en buses, Maine apuesta a invertir en los solicitantes de asilo para cubrir miles de puestos de trabajo que están sin ocupar. Con una población local cada vez más envejecida, los empresarios que operan en el estado necesitan desesperadamente sumar trabajadores a sus negocios y emprendimientos.
La integración de los solicitantes de asilo a la fuerza laboral es imperante, pero actualmente deben esperar 150 días tras realizar su solicitud de asilo para poder aplicar al permiso de trabajo. Esto deja a cientos de miles a merced de la asistencia pública, e impacta negativamente en la economía.
Si bien los esfuerzos del estado de Maine merecen nuestra admiración, no debería quedar a voluntad de cada estado si decide ayudar a los migrantes o no. El gobierno federal viene fallando sistemáticamente en tomar medidas que solucionen la incertidumbre a la que se enfrentan los migrantes, ignorando además una potencial solución a la escasez de trabajo.
Inmigrando con Kathia te brinda las últimas novedades de inmigración. En nuestro blog puedes encontrar información útil sobre ser migrante en Estados Unidos. Si necesitas asistencia legal, puedes contactar al equipo de trabajo de la abogada Kathia Quirós.
¡Bendiciones!