Jessica Trosman y Martín Churba regresan con un nuevo proyecto.
Años noventa, Buenos Aires, Argentina. La escena local se veía impregnada por la efervescencia de Jessica Trosman y Martín Churba, diseñadores argentinos que mientras forjaban sus propios caminos con sus respectivas firmas de moda, cosecharon una simbiosis creativa como pocas en el sur del continente, dando paso al auténtico diseño de autor argentino que alcanzaría un éxito impensado en lugares como Arabia Saudita, Roma, San Pablo y Nueva York.
Trosman Churba, la alianza abocada a crear atuendos disruptivos y experimentar con los textiles, dinamizó la escena en 1997, manteniendo una longevidad considerablemente breve si se lo compara con la marca indeleble que dejaron en el mundo de la moda y que les permitió consagrarse en su país natal.
‘Nos conocimos cuando Argentina tenía una idea de la moda muy distinta a la que existe hoy. Lo que hicimos juntos no solo nos irradió a nosotros en nuestras propias carreras, sino también en las carreras de otros diseñadores argentinos’, cuenta Martín Churba en una entrevista.
Durante su coalición, Jessica y Martín volcaron su vigor en la invención de materiales irreales para concebir un imaginario creativo y una moda con personalidad.
‘Dimos vuelta el proceso, ideamos un método de trabajo que en lugar de ir a buscar lo que había que hacer, fuimos a llevar lo que hacíamos. Ese cambio cuántico, en términos de cambiar una corriente y una tendencia, lo hicimos con una fuerza muy joven’, agrega.
Este dúo creativo, que exportó su obra al mundo, después se separaría. Jessica buscaría plasmar su visión en la marca JT, y Martín bajo la etiqueta Tramando. Desfile tras desfile, cada uno por su lado, conquistarían en las diferentes ediciones de Designers Buenos Aires, pero el dúo promete un regreso de explosión creativa conjunta en 2021 que ya despertó rumores y expectativas en la escena.
Jessica Trosman y Martín Churba: simbiosis creativa en 2021
Los lazos que se forjaron en Argentina son indelebles, y así, dos de los diseñadores más reconocidos de la moda argentina, que por separado habían creado etiquetas sólidas en lo que se refiere a una identidad, cortes y construcciones que son reconocidas por el público al instante, volvieron para aunar fuerzas en 2021 y dar continuidad a un proyecto que había quedado suspendido en el tiempo.
‘Entendimos que nos tuvimos que separar para volvernos a encontrar veinte años después.’
Estas fueron las primeras palabras que Jessica Trosman menciona en alusión a su nuevo proyecto juntos. Y tal como ha sucedido en distintas situaciones, ha sido esa virtualidad omnipresente en tiempos de pandemia lo que ha desentrañado la frase que a veces no nos damos el tiempo o no nos atrevemos a mencionar. Un simple ‘te extraño’ fue suficiente para que aquella simbiosis creativa se prepare para revolucionar el terreno artístico.
Así fue como Jessica y Martín trazaron los lineamientos de una alianza que posee su punto de partida en la experimentación textil. Aunque en esta instancia, se lanzan a nuevas búsquedas que se concentran en el arte, en la arquitectura y en la condición humana.
‘Hacer otra cosa que no sea moda, algo más atemporal que no tenga colecciones cada seis meses. Que tenga que ver con nuestro pasado, regenerar el pasado y transformarlo en algo nuevo’.
Respetando su trayectoria y diseccionando nuevos desafíos, Jessica explora nuevas formas físicas, más escultóricas. Esculturas que somete a un proceso, donde primero trabaja la tela y lo textil, la moldería y aporta volumen para concebir una figura abstracta.
‘Esa nueva forma física constituye metáforas de la memoria y el recuerdo’.
Martín, por su parte, ratifica que ‘canalizan su obra en otro cuerpo, ensamblando restos de elementos de la vida doméstica’.
‘Hoy estamos regenerando nuestro pasado y nuevas historias, dándole una segunda vida a todo aquello que tocamos juntos o separados en el pasado. Es un momento donde nos interesa mucho la reflexión entre el proceso y el impulso, logrando un equilibrio. Creemos que cualquier persona creativa debe expresar posibilidades multifacéticas. No estamos tan convencidos de lograr algo clásicamente bello, sino nuevo, rompiendo con los marcos clásicos’, subraya Jessica.
Sin metodologías, al menos por el momento, con desafíos que giran en torno a la escala y dejándose influenciar por la intuición en su punto álgido, la fuerza impulsora cobra vida en el proyecto ‘Materialistas’, reutilizando materiales y objetos de fácil disponibilidad que encuentran su inspiración en su propia ‘ruina textil’.
‘Lograr algo que sea suficientemente nuevo, como nos pasó en los noventa, que rompió con los cánones de lo que estaba sucediendo en la moda, eso nos gustaría generar hoy en el arte’, añade.
Y para ello, la simbiosis creativa requiere de cualidades, que quizás, con algo de azar y destino, hallamos en el camino.
‘En Martín encuentro un alma sumamente creativa, lo interesante es que logra cosas sin necesitar de tanta gente alrededor. Es muy manual, y le gusta trabajar con sus manos’.
‘Me gusta trabajar con Jessica porque podemos labrar lo artesanal y lo industrial en distintos métodos. Y ello tiene que ver con que tiene sus veinte años de trayectoria, yo tengo los míos, tenemos ese origen juntos donde hay algunas teclas de la computadora que son las mías, con nuevas que le agregó cada uno, además de una dosis de entrega’.
En Inmigrando con Kathia admiramos cómo Jessica y Martín supieron representar a su país cuando este tenía muchas limitaciones. Calaron hondo en la idiosincrasia de la moda argentina -de Latinoamérica en sí-, incluso llegando a desafiar el modelo establecido y allanando el terreno para los creativos que vendrían. Ahora, en 2021, tienen como leitmotiv transformar y seguir cultivando el ímpetu de los noventa, con el ‘sueño de intervenir museos con sus obras textiles en una acción que la gente pueda interactuar’, y sin desistir de la búsqueda que siempre los ha caracterizado:
‘Un lugar mucho más libre para poder expresarnos.’