Flor de nochebuena o cuetlaxóchitl.

Flor de Nochebuena, una tradición mexicana

La flor ancestral de México cargada de usos y significado

En vísperas de la Navidad no es extraño cruzarse en México con la flor de nochebuena, una hermosa flor de color rojo intenso que se utiliza muchas veces con fines decorativos para la festividad.

Antes de ser un clásico navideño mexicano, esta flor ya tenía un significado profundo para los pueblos originarios de la región, y existen incluso leyendas sobre su origen. En esta nueva edición de cultura latina, te contamos todo sobre la cuetlaxóchitl, como se llama en náhuatl la flor de nochebuena.

¿Cuál es la flor de nochebuena?

La flor de nochebuena tiene un centro amarillo rodeado de grandes pétalos de un color rojo intenso (¡en realidad, no se trata de pétalos sino de brácteas!). El período de floración es muy breve, por eso en nahuátl se la conoce como cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita”. Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima: euphorbia hace referencia al género al que pertenece la flor, mientras que pulcherrima significa “la más bella”.

La especie también viene en otros colores, con variedades en amarillo, blanco, rosa y otras en tonos a rayas o marmolados. Hoy día se la cultiva comercialmente, trabajo que comienza en marzo y tarda unos ocho meses hasta la floración. El hábitat natural de la flor de nochebuena está al sureste de México y en Guatemala.

Variedades de la flor de nochebuena o cuetlaxóchitl en distintos colores.
Variedades cultivadas de la flor de nochebuena.

La disputa por el nombre

En el año 1930, el embajador de Estados Unidos en México, Joel Roberts Poinsett, conoció la flor rojiza durante su estadía y, terminado su período en el país vecino, regresó a su país llevándose varios ejemplares que luego registró bajo su nombre. Desde entonces, el verdadero origen de la “poinsettia” quedó oculto bajo la marca comercial impuesta por el embajador devenido negociante de flores.

Años después, los mexicanos protestaron ante la apropiación de esta flor que es un verdadero patrimonio de su cultura, pero las leyes del mercado no dejaron lugar al reclamo. Sin embargo, se encontraron variedades ancestrales de la flor en regiones de México que no habían sido registradas aún. Para protegerlas, se creó la Sociedad Mexicana de la Cuetlaxóchitl, que en 2008 las registró bajo el nombre náhuatl, que Poinsett y sus descendientes no habían utilizado. Desde entonces, trabajan incansablemente para buscar semillas y variedades nativas, y protegerlas bajo el registro mexicano.

Leyenda y uso ritual de la cuetlaxóchitl

La cuetlaxóchitl tenía un uso ritual en algunas celebraciones del calendario festivo mexica, principalmente la festividad de Tlaxochimaco dedicada al dios de la Guerra, Huitzilopochtli.

La flor simbolizaba pureza y vida nueva; por ese motivo, era colocada en altares en memoria de los guerreros que habían muerto cumpliendo su deber. Según la leyenda, el uso surgió de una batalla entre mexicas y xhontales por el dominio de Tlaxco. Ante la derrota de los chontales, la tierra quedó cubierta de sangre demarrada. En ese entonces crecía allí la cuetlaxóchitl, que era de color blanco. Tras el enfrentamiento, se marchitó, y sus raíces absorbieron la sangre de los guerreros derrotados. Al año siguiente, la flor volvió a florecer, pero ahora con un color rojo de gran intensidad.

La flor de nochebuena en el México colonial

Siendo que la euphorbia pulcherrima florece en diciembre, no es extraño que terminara siendo asociada durante la época colonial a la Navidad. Se dice que en el siglo XVII fueron los jesuitas y otros monjes evagelizadores quienes realizaron el vínculo entre el cultivo de la flor y la celebración navideña, para así asociar costumbres indígenas con la religión cristiana.

El uso medicinal de la flor de nochebuena

El uso de la flor de nochebuena para aliviar algunos dolores o malestares cutáneos era ampliamente conocido por los pueblos originarios de México, que utilizaban la flor para aliviar heridas, inflamaciones e infecciones en la piel, también llagas y erupciones en la boca, y para tratar la fiebre. Para su uso medicinal, se hierven las hojas y se las muele, y se las mezcla con limón para hacer compresas.

Uso en tintes para textiles o piel

Otro uso que puede darse a la flor está en los tintes, ya que produce una tintura color rojo que puede utilizarse, como hacían los mexicas, para teñir textiles y cuero, que se lograba mezclando el tinte con resina de pino y otros ingredientes. También se utilizaba para hacer un tinte con el cual adornar la piel, obteniendo un color violáceo y rojizo.

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