Hace algunos días, la directora de USCIS, Ur Mendoza Jaddou, habló frente a un público de la Facultad de Derecho de UCLA, universidad donde fue estudiante. Jaddou se enfrentó a una fría recepción: los estudiantes vaciaron la sala en protesta al manejo que la agencia federal está teniendo de la migración, ya que las demoras en USCIS han alcanzado un hito histórico.
Este acontecimiento revela la frustración general, no solo entre el estudiantado sino a lo largo y ancho del país, por la forma en que USCIS maneja las solicitudes de inmigración. Aunque Ur Jaddour solo lleva un año a cargo de la agencia, sus declaraciones públicas sobre los cambios implementados para mejorar el sistema no han producido aún resultados tangibles. Sin embargo, USCIS no es la única agencia gubernamental responsable de los retrasos en los trámites: las oficinas consulares también sufren de un excesivo “backlog”.
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¿Por qué hay tantas demoras en USCIS?
El procesamiento eficiente de aplicaciones debería ser el estándar de la agencia, porque hay costos altísimos asociados con los retrasos. La vida de los solicitantes de visas o de estatus protegido se encuentra directamente afectada por el resultado de estas aplicaciones. Actualmente, el retraso está asociado a retrasos burocráticos, acumulación de solicitudes durante la pandemia y un aluvión de solicitudes que supera lo esperado.
Errores menores pueden llevar al rechazo de tu solicitud o generar demoras en USCIS que pueden alcanzar extensión sin precedentes. Incluso puedes ser afectado por circunstancias totalmente externas, como fue el caso de varios solicitantes de Green Card este año.
La confianza en el sistema migratorio viene en caída libre a causa de este tipo de retrasos burocráticos. Además, las demoras generalizadas empiezan a ejercer presión en las distintas partes del sistema para que las solicitudes se agilicen tanto como sea posible. Esto abre la puerta a corrupción y errores por falta de supervisión, por no hablar de la ralentización de los procesos mediante la incorporación de nuevos procesos y reglas que no cumplen ninguna finalidad más que complicar el asunto. Un claro ejemplo de ello es el programa de visas H1-B.
Nuestro país hace alarde de este programa laboral, destinado a trabajadores talentosos y exitosos que es deseable incorporar a nuestra sociedad y economía. En la práctica, sin embargo, el proceso para obtener esta visa es tan complicado y arcaico que la supuesta “invitación” a los talentos extranjeros parece un chiste de mal gusto.
Las Causas de las Demoras en USCIS
Tras asumir la presidencia Donald Trump en enero de 2017, el gobierno federal ordenó congelar todas las contrataciones de empleados no militares por varios meses. Al mismo tiempo, unos 500 oficiales consulares de larga trayectoria dejaron el Departamento de Estado, ya sea por pensiones o renuncia.
En febrero 2020, la administración Trump ordenó nuevamente congelar las contrataciones, esta vez para los empleados de USCIS que ocuparan tareas no relacionadas con el asilo. Aunque el Congreso asignó mayor presupuesto a USCIS para agosto de ese año, muchos empleados de la agencia decidieron renunciar, preocupados por la posibilidad de un despido permanente tras experimentar varios meses de “furlough” o permiso laboral involuntario.
La capacidad de procesamiento gubernamental estuvo además afectada a nivel general, porque la mayoría de los empleados que desempeñaban tareas burocráticas estaban trabajando de forma remota desde sus casas.
Sumado a otros factores de coyuntura internacional y solicitudes de inmigración que van en aumento, todo contribuyó a empeorar la situación del backlog.
Demandas contra USCIS a causa de las demoras
Según un estudio de la Syracuse University, para el fin del año fiscal 2022 en el mes de septiembre, unas 6 mil demandas habían sido realizadas contra el gobierno federal para instar a que se tomen acciones para solucionar las demoras en USCIS. Se trata de un aumento del 50% en las demandas en comparación con el año fiscal anterior.
Pedido de asistencia a los representantes del Congreso
Cada vez más personas están recurriendo además a sus representantes en el congreso para solicitar ayuda con el procesamiento de su caso. Las oficinas de Washington están inundadas de consultas de los constituyentes, a tal punto que el procesamiento de solicitudes de inmigración es para muchas oficinas de Capitol Hill el primer asunto en la lista. De gran preocupación para el público son asuntos como la demora en otorgar permisos de trabajo, los cónyuges separados y la escasez de empleados calificados.
