La realidad de millones de inmigrantes en los tiempos de Coronavirus
El presidente y los políticos salen en televisión todos los dias tratando de calmar a la población que ve sus vidas y sus sueños desmoronarse frente a sus ojos. El gobierno ofrece paquetes de incentivos y hasta cheques de dinero gratis para capear el temporal. Sin embargo no hablan ni hace nada por los inmigrantes indocumentados, aquellos que no tienen numero de seguro social pero que contribuyen a la economía de este país como cualquier estadounidense. Nadie habla de los inmigrantes que son padres de millones de ciudadanos norteamericanos que dependen de las manos inmigrantes para comer y tener un techo seguro donde dormir.
Hasta cuando podemos seguir haciéndonos de la vista gorda? En medio de un desastre tan grande como el coronavirus, realmente podemos seguir discriminando a los seres humanos por su estatus legal? El país está sufriendo el peor ataque de su historia y ha sido paralizado en su totalidad por este virus,,,, levantarse de este desastre económico será una tarea titánica en la que el país necesitará de manos inmigrantes porque es la mano de obra barata y sacrificada. Es hora de que el gobierno se mire de cara con su realidad y de una vez por todas tome medidas que remedien la situación legal de millones de inmigrantes. Es hora de una reforma migratoria integral. Necesitamos saber quienes son, cuantos son, para poder establecer medidas de protección para todos nuestros ciudadanos.
Mientras esperamos que el gobierno actúe de manera correcta con nuestros inmigrantes indocumentados la realidad no espera y la posibilidad de que nuestros inmigrantes sean infectados es latente. La comunidad médica no les preguntará jamás su estatus legal si tuvieran que llegar a un hospital por haber sido contagiados con el virus y con el favor de Dios recibirán atención. Sin embargo, muchos inmigrantes no llegaran al hospital por miedo a ser considerados carga pública. (Carga Pública es una regulación que le niega la residencia a los inmigrantes que piden ayudas del gobierno). El gobierno difunde la información a todas las comunidades inmigrantes explicándoles que ningún inmigrante que reciba ayuda médica será considerado carga pública pero es muy difícil hacerle entender a un inmigrante que no debe tenerle miedo al gobierno cuando por los ultimos 3 anos solo ha recibido maltratos y amenazas de el.
La mayoría de nuestra comunidad inmigrante indocumentada es pobre o de clase media. La mayoria vive de cheque a cheque. Dejar de trabajar una semana, dos o un mes es completamente devastador. Los billes no esperan y la comida para sus hijos tampoco. Quien pagara los billes? Quien les dará de comer a sus hijos? La respuesta por ahora esta en las manos de los miles de almas caritativas y empresas privadas que están saliendo a las calles a pesar del riesgo de contagio para ayudar a dar de comer a los desprotegidos. Los bancos de comida reparten comida a los niños que dependian de las escuelas para comer. Las iglesias siguen entregado comida a las familias desprotegidas. Las empresas de luz, agua, gas y otras han detenido sus procesos de cancelación de servicios para asegurarse que todos tengan servicios básicos mientras se encierran en sus casas. Muchos bancos privados han salido a tranquilizar a sus clientes diciéndoles que no les cobraran penalidades ni multas por pagar tarde. En fin, el panorama no es del todo negro. Dentro de todo lo feo del coronavirus, este virus ha permitido ver el lado humano y caritativo de cientos de empresas y miles de personas.
Si usted es inmigrante y está asustado, no tenga miedo, Dios esta de su lado. El coronavirus pasara y todos saldremos de nuestras casas y cuando eso pase podremos ver un nuevo país. Un Estados Unidos donde ni el color de la piel ni el estatus legal puede proteger a nadie de las plagas como el coronavirus. Un país donde el dinero no puede comprar la salud ni protegerlo de una desgracia. Un país donde la buena voluntad de las personas es más fuerte que cualquier agenda anti inmigrante.
Es hora de quedarse en casa y recordar que nuestra vida y la de los seres que amamos depende de que nos quedemos en casa. Yo me quedo en casa y te ruego que tu tambien lo hagas tambien.
