Este artículo habla sobre los migrantes que aguardan del lado mexicano para cruzar la frontera. La imagen muestra un campamento de migrantes en Tijuana.

Miles de migrantes aguardan en México para cruzar la frontera

50 mil personas esperan su chance de ingresar a los Estados Unidos

En las ciudades fronterizas del territorio mexicano, los campamentos de migrantes son una visión frecuente. Migrantes de todas partes del continente, incluyendo también nacionales mexicanos, acuden a estas ciudades fronterizas como última parada antes de cruzar la frontera a los Estados Unidos – si las cosas salen bien.

Actualmente se estima que unos 50 mil migrantes están esperando en los refugios de México a que la situación migratoria se regularice. Es que la medida sanitaria Título 42, la política de emergencia del CDC que permite negar el ingreso de solicitantes de asilo por motivo de la pandemia del coronavirus, sigue en pleno efecto. Pese a los intentos de la administración Biden de terminar con dicha medida, una orden de un juez federal ha ordenado su continuación.

En vez de terminarse Título 42 la semana pasada, cómo se tenía previsto, ya vamos una semana más con la frontera bloqueada para los solicitantes de asilo.

Sin embargo, esto no ha impedido la concentración de grandes cantidades de gente que buscan cruzar la frontera. Y la capacidad de respuesta tanto de las organizaciones humanitarias como del sistema migratorio de los Estados Unidos está sobrepasada.

¿Qué pasa con estos altos números de migrantes tratando de cruzar la frontera?

Este número actual de migrantes en la frontera supera con creces la cifra estimada que el gobierno de los Estados Unidos manejaba hace unos meses. Además, el gobierno venía preparando medidas para contener el caudal de migrantes que esperaba tener para estas fechas, luego de anunciar la finalización de Título 42.

Actualmente se está registrando un número de alrededor de 8 mil personas intentando cruzar la frontera sur diariamente. Se trata de individuos que provienen de naciones donde las crisis sociales, políticas, económicas y climáticas han dejado un devastador panorama para gran parte de la población, que no ve mejor salida que abandonar su nación en busca de una mejor vida. Cuba, Perú, Colombia y Haití son algunos países que se suman al usual núcleo migratorio de Guatemala, Honduras, México y El Salvador.

Frente a estos números elevados, los oficiales de agencias que controlan la migración fronteriza – CBP e ICE – están liberando un estimado de 2,5 mil migrantes – adultos y miembros familiares – dentro del territorio de los Estados Unidos de forma diaria.

Este artículo habla sobre los migrantes que aguardan del lado mexicano para cruzar la frontera. La imagen muestra un campamento de migrantes en Tijuana.
Campamento de migrantes en Tijuana

¿Qué pasa de nuestro lado de la frontera?

Del lado estadounidense la frontera, la situación es crítica. Hace pocos días el juez Ricardo Samaniego de El Paso preparaba una declaración de emergencia junto con el alcalde Oscar Leeser, para poder garantizar que la localidad pudiera recibir adecuadamente a este caudal creciente de migrantes. En una sesión especial del juzgado comisionado, Samaniego explicó que se trataba de una medida preventiva recomendada por FEMA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, de quién El Paso recibe ya apoyo económico.

Todo pareciera indicar que con o sin Título 42, los inmigrantes continuarán tratando de cruzar la frontera. Y los números se condicen con esta afirmación.

En medio de un panorama político complejo y la cercanía de las elecciones, la frontera se convierte nuevamente en un campo de batalla discursivo para demócratas y republicanos. Los fracasados intentos de implementar una reforma migratoria que de una respuesta efectiva a esta situación han dejado sin respuesta a cientos de miles de personas que depositan todas sus esperanzas por una vida mejor en la posibilidad de cruzar la frontera.

Si algo nos ha enseñado la frontera, es que estos migrantes no van a irse a ningún lado. De hecho, se trata justamente de eso: no hay para ellos otro lugar a donde ir. Y Estados Unidos lleva demasiado tiempo no haciéndose cargo de esto.

Compartir

Más noticias de inmigración