Abusos y ataques de agentes a personas cruzando la frontera
La organización Human Rights Watch (HRW) ha obtenido recientemente documentos del gobierno de Estados Unidos que detallan más de 160 informes internos de mala conducta y abusos por parte de agentes fronterizos a migrantes que se hallaban cruzando la frontera.
Los documentos informan sobre abusos cometidos por oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), agentes de la Patrulla Fronteriza y funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), principalmente entre 2016 y 2021. HRW escribió un informe de 26 páginas en el que dan cuenta de la información encontrada incluyendo testimonios de las personas abusadas y maltratadas.
Aunque tienen una redacción compleja y confusa, los documentos, que Human Rights Watch obtuvo después de un litigio en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA), incluyen denuncias de abuso físico, sexual y verbal, violaciones del debido proceso, duras condiciones de detención, denegación de atención médica y discriminación a los migrantes que se encontraban cruzando la frontera o cerca.
“La conducta de los oficiales de inmigración y de frontera informada en estos registros es asombrosa”, dijo Clara Long , directora adjunta para Estados Unidos de Human Rights Watch. «Estos documentos internos del gobierno dejan en claro que los informes de abusos graves (agresiones, abuso sexual y trato discriminatorio por parte de agentes estadounidenses) son un secreto a voces dentro del DHS».
Human Rights Watch obtuvo los documentos después de un litigio en un tribunal federal por una solicitud que presentó inicialmente en 2015 y está considerando una nueva apelación para presionar al gobierno por una mayor transparencia.
¿Lo de los migrantes haitianos en la frontera fue solo una excepción o es moneda corriente?
En septiembre de 2021, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, anunció una rápida investigación disciplinaria sobre las imágenes «extremadamente preocupantes» de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo empuñando largas riendas y persiguiendo a migrantes haitianos, así como una supervisión interna de la conducta de los agentes en el campamento de migrantes de Del Río.
Sin embargo, hasta ahora el DHS no ha publicado ningún resultado de la investigación que Mayorkas había prometido que se completaría no en semanas si no en días.
Los documentos obtenidos por Human Rights Watch plantean dudas sobre si las denuncias graves, incluidas las de conducta delictiva, se están investigando de manera eficaz.
«El Departamento de Seguridad Nacional parece haber normalizado abusos espantosos por parte de sus agencias fronterizas», dijo Long. “La administración de Biden no debería estar poniendo excusas por los fracasos del DHS sino más bien, junto con el Congreso, tomando medidas urgentes para garantizar que las personas víctimas de los agentes fronterizos tengan acceso a la justicia y que este patrón persistente de abuso y mala conducta termine».
¿Qué muestran los documentos internos revelados por HRW?
En un ejemplo, los registros muestran que un supervisor en la Oficina de Asilo en Estados Unidos de San Francisco comunicó lo siguiente internamente en el DHS:
“AO [oficial de asilo] nos trajo un asunto serio a nuestra atención en este momento: una niña pequeña que fue abusada sexualmente por alguien que creemos que es un oficial de la Patrulla Fronteriza. La familia fue detenida por la Patrulla Fronteriza, enviada al Ice Box [una celda de detención fronteriza], luego sucedió esto: la joven fue obligada a desvestirse y tocada inapropiadamente por un guardia en el Ice Box vestido de verde, con la etiqueta con su nombre [redactada].» Los documentos, que fueron producidos en respuesta a una solicitud de registros en poder de USCIS, no registran cómo respondió el DHS a estas acusaciones.
Casos como el mencionado anteriormente hay un montón. Pero también se registran situaciones en las que no se ha respetado el debido proceso. Según el proceso de expulsión acelerada, cuando una persona detenida en la frontera expresa temor de regresar a su país de origen, la ley requiere que se le realice una «entrevista de temor creíble». La entrevista determina si la persona podría calificar para asilo en Estados Unidos u otra protección.
Pero en los documentos se revelan testimonios de muchos inmigrantes que describen que esto no se ha respetado ya que los funcionarios fronterizos les impidieron presentar sus solicitudes de asilo en Estados Unidos, recibir ayuda para comprender su situación e incluso los obligaron a firmar papeles que no entendían.
Uno de estos testimonios, por ejemplo, dice que “la solicitante testificó que les dijo a los oficiales de inmigración que tenía miedo de regresar pero los oficiales anotaron que ella dijo que no tenía miedo. La demandante declaró que los oficiales de inmigración no le dijeron lo que estaba firmando y que la solicitante no entendía qué estaba haciendo».
En muchos casos los documentos muestran detalles cruciales como fechas, ubicaciones y la nacionalidad de la persona que sufrió el abuso pero no ha habido investigaciones al respecto. Human Rights Watch se comprometió a seguir presionando al gobierno para que investigue las acusaciones y controle el desempeño de los agentes fronterizos.
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