DeSantis perjudica a los migrantes más vulnerables.
El Departamento de Niños y Familias de Florida ha decidido no renovar licencias a los refugios y hogares que brinden asistencia a niños migrantes no acompañados.
Hace meses que el DCF había cesado de renovar licencias, invocando una orden executiva del gobernador republicano Ron DeSantis firmada en septiembre del último año. Dicha orden prohibía a DCF y otras agencias continuar trabajando junto al gobierno federal en los programas que trasladaran a niños migrantes no acompañados desde la frontera al estado de Florida.
Hace unas semanas, el DCF presentó una propuesta de reglamento para hacer de la orden ejecutiva una política oficial de la agencia a no ser que se logre llegar a un acuerdo con el gobierno federal.
Esta medida es parte de agresiva campaña antimigratoria impulsada por el gobernador De Santis, que busca perfilarse como un candidato presidencial en vistas a las elecciones de 2024. De Santis parece estar siguiendo el ejemplo de Texas, donde el gobernador Greg Abbot se ha vuelto implacable en sus esfuerzos de terminar con la migración ilegal mediante cualquier medio posible.
La estrategia le ha ganado a Abbot el apoyo de los votantes republicanos de Texas. En Florida, DeSantis parece estar obteniendo resultados similares al liderar las encuestas de popularidad en su base electoral.
¿Qué viene pasando en Florida?
La propuesta de reglamento de DCF es parte de una seguidilla de reformas legales impulsadas por DeSantis en los últimos años. En 2019 el gobernador implementó la ley SB168 que dictaminó la cooperación de las fuerzas policiales locales con las autoridades federales de migración, en medio de lo que fue un ataque generalizado de la administración Trump contra la comunidad migrante. Dicha ley prohibió que las autoridades locales pudieran declarar a las ciudades de Florida como “santuarios” para los inmigrantes.
Además del reglamento propuesto de DCF, Florida busca implementar el proyecto de ley HB1355 que penaliza a las compañías que transporten a migrantes sin documentos al prohibirle al estado federal y sus municipalidades trabajar con estos proveedores.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) se declaró inmediatamente en contra de este proyecto de ley: “la parte más preocupante de este proyecto de ley es que persigue sistemáticamente a niños y solicitantes de asilo”- declaró el organismo -“como consecuencia las entidades privadas tendrán que solicitar comprobante del estatus de migratorio de cualquier niño o adulto que intente usar su servicio de transporte, lo que abriría las puertas a interrogaciones ilegales y exacerbaría el fichaje racial y la discriminación”
La preocupación de ACLU y otros organismos defensores de los derechos humanos es que el proyecto de ley está redactado de tal modo que cualquier entidad que intentase brindar asistencia humanitaria a los migrantes indocumentados – iglesias, ONGs, bancos de alimentos – estaría en peligro de infringir la ley.
A pesar de no contar con el apoyo demócrata, DeSantis busca implementar este proyecto a toda costa, al igual que el nuevo reglamento de DCF.
¿Qué pasará con los niños migrantes no acompañados en Florida?
Como respuesta a la situación en Florida, la administración Biden ha dejado en claro en una carta al gobernador DeSantis que los refugios y albergues no necesitan de licencia estatal para seguir recibiendo apoyo financiero del gobierno federal, y que el estado de Florida no puede tomar acciones contra contratistas federales por realizar actividades autorizadas por la ley federal.
En este momento hay un total de 17 instituciones que hospedan a niños migrantes no acompañados mientras el gobierno federal resuelve su estatus migratorio y hasta que puedan reunirse con sus familiares legales en Estados Unidos o espónsores habilitados.
A pesar de la misiva aclaratoria del gobierno federal reafirmando la continuidad y legalidad de los refugios, muchas de las instituciones temen posibles represalias del gobierno de Florida y la situación no está para nada cerca de una resolución final.
En el congreso, un grupo de funcionarios demócratas expresó su desacuerdo con las acciones impulsadas por DeSantis, calificándolas como “innecesariamente crueles”. En Florida, el arzobispo de Miami denunció asimismo en una conferencia las políticas de DeSantis.
Mientras que las razones que fuerzan a millones de personas a migrar con o sin papeles se recrudecen año a año, medidas como esta, que solo buscan generar votos al costo de perjudicar gravemente a niños vulnerables, solo sirven para volver incluso más cruel una situación que de por sí ya es traumática y dolorosa. Nuestras plegarias de hoy están con los niños migrantes de Florida, y esperamos que esta historia no tenga más desenlaces funestos.
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