Eliminarán cuotas de casos de la era Trump para jueces de la corte
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha decidido poner punto final a la política de cuotas de casos para jueces de la corte de inmigración. La iniciativa fue un foco de debate a lo largo de toda la administración Trump por socavar la autoridad y discreción de los jueces, exigiéndoles que cumplan con una determinada cantidad anual de casos incluso si esto implicaba saltarse el debido proceso.
Los jueces de la corte de inmigración, empleados del Departamento de Justicia, están encargados de seguir las políticas establecidas por cada administración. En última instancia, son los funcionarios que tienen la responsabilidad de decidir sobre si un inmigrante puede permanecer en los Estados Unidos o si, por el contrario, debe ser expulsado.
Un juez de inmigración argumentó que las cuotas valoraban la conveniencia y la velocidad por sobre el debido proceso y que no constituye una vara apropiada para evaluar el desempeño de los jueces. Muchos coinciden con su palabra.
La corte de inmigración: colapsada totalmente por más de 1,5 millones de casos en espera
El sistema de tribunales de inmigración en los Estados Unidos enfrenta un retraso de más de 1,5 millones de casos sin resolver. Dadas estas condiciones, es poco probable que la suspensión de las cuotas de casos marque una diferencia en la velocidad a la que los jueces abordan ese atraso. Claramente el error se encuentra en otra parte del sistema y no en la velocidad de desempeño de los jueces.
En 2018, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) publicó nuevas métricas de desempeño para los jueces de la corte de inmigración que incluían completar al menos 700 casos por año para ser considerados «satisfactorios». Esto significa que cada juez de inmigración debía resolver casi 3 casos por día. También incluía otros puntos de referencia numéricos que hasta ese momento no se habían utilizado en administraciones anteriores.
El memorándum, enviado a cada juez de inmigración el martes, es parte de un esfuerzo concertado de la administración del presidente Biden para distanciarse de las políticas de inmigración de la era Trump que generaron fuertes críticas de los jueces de inmigración.
«El Departamento de Justicia está en el proceso de desarrollar nuevas medidas de desempeño, basándose en medidas exitosas pasadas y aportes apropiados, que reflejarán con precisión la carga de trabajo de un juez de inmigración. Estas nuevas medidas de desempeño se enfocarán en el equilibrio y la equidad para los diversos tipos de asignaciones de expedientes y esperamos poder compartirlos con los implicados a la brevedad», se lee en el memorando del martes.
Bajo la administración Trump, decenas de jueces de inmigración abandonaron o asumieron nuevos roles en el sistema de tribunales de inmigración debido a la frustración de los cambios de política que, argumentaron, socavaron su autoridad. Eso incluía el régimen de cuotas de casos.
«La suspensión de las métricas es un excelente primer paso», declaró Mimi Tsankov, presidenta de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración, el sindicato de jueces de inmigración. “Ahora esperamos la oportunidad de que la gerencia reconozca a NAIJ y trabaje con nosotros para establecer las medidas apropiadas para que la agencia evalúe su productividad y garantice el debido proceso para las partes ante nosotros y los propios jueces».
Al suspender la cuota de casos a resolver, el gobierno actual intenta recompensar a cada juez de inmigración y permitirle que desarrolle su trabajo como corresponde y ateniéndose al debido proceso. Los cambios que permitirán acelerar los procesos deben ajustarse en otras partes del sistema.
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